por Paulo De León, CABI
Tras la crisis política del 2018, al economía nicaraguense se sumió en una espiral bajista que ya acumula caída anual sobre caída anual. En el acumulado estamos por acercarnos al punto crítico de 10% de caída acumulada del PIB para catalogarse una depresión.
El año 2018 fue de retroceso o recesión pero vamos en el 2019 hacia otra recesión que será aún peor que la vivida en el año anterior. Las cifras económicas confirman esta debacle de crecimiento, en caídas de consumo:
pero además con caída en liquidez:
y una caída libre en el crédito:
solo muestra y confirman la depresión, antes definida. Hasta donde llegará el pais, está por verse. No se ve por ningún lado el rebote de las condiciones y el retorno de la confianza perdida. Entre más tiempo pasa, más cambio estructural negativo se instala y más difícil recuperarlo todo.
