El sector eléctrico en Guatemala ha tenido un fuerte dinamismo en las últimas décadas. De hecho, desde la aprobación de la Ley General de Electricidad en 1996, el sector ha visto fuertes inversiones tanto en la generación como en la transmisión y distribución de energía eléctrica. Entre 2008 y 2022, el Banco de Guatemala ha registrado más de US$2,700 millones en inversiones extranjeras específicamente para el sector, llegando a ser incluso el principal generador de inversión extranjera entre 2008 y 2015. También ha propiciado una fuerte diversificación en la matriz energética del país, llevando a altos crecimientos en la generación de energía por hidroeléctricas, biomasa e incluso inversiones para generación a través de fuentes eólicas y solares.
Sin embargo, en el mismo período la demanda de energía eléctrica en el país se ha desarrollado incluso a un ritmo más acelerado que la oferta. Por un lado, la industrialización y fuerte desarrollo empresarial de las últimas décadas ha propiciado una fuerte demanda de energía eléctrica por los denominados «grandes usuarios». Sumado a lo anterior, el interior de la república también ha enfrentado un proceso de urbanización importante que ha generado incrementos en la demanda de energía eléctrica en los departamentos atendidos por DEOCSA y DEORSA, muy por encima del crecimiento de la demanda de los departamentos atendidos por EEGSA (Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez). Todas estas son características positivas que reflejan el dinamismo de la economía guatemalteca, pero que han propiciado una demanda fuerte y en constante crecimiento.
Derivado de estas características, en CABI decidimos elaborar un industry report o diagnóstico del sector, contrastando la evolución de la oferta y la demanda y pudiendo evidenciar algunos riesgos a futuro. Específicamente, porque mientras la oferta o producción de energía eléctrica se ha mantenido estable en los últimos años, la demanda continúa creciendo fuertemente. Esto ha generado que la brecha o sobreoferta que existía en años anteriores (que permitía a que Guatemala fuera incluso un fuerte exportador a país vecinos) se haya cerrado y hoy en términos generales, la oferta y la demanda esté bastante equiparada.
El estudio busca ser un punto de partida para, con un diagnóstico actualizado de la situación económica del sector, distintos policymakers y stakeholders del sector puedan iniciar discusiones que permitan, en el corto plazo, tomar las decisiones requeridas para generar nuevas inversiones en la generación de energía eléctrica que permitan cubrir la demanda total del país e incluso regresar al país a suplir fuertemente la demanda de países vecinos. Invitamos a todos a que puedan consultar este estudio y cualquier comentario sobre el mismo es totalmente bienvenido.
Para descargar el estudio completo, hacer click aquí:
